martes, 12 de enero de 2016

María Vázquez, la mejor conquista de Adolfo Cambiaso (Revista Hola)



En el último semestre, todo quedó relegado "hasta después de Palermo". Tras la consagración en el Abierto de la República, después de ganar la Triple Corona por tercera vez consecutiva, Adolfo Cambiaso echó mano en los asuntos pendientes. Antes de Navidad, juntó coraje y se sometió a una breve operación para extirparse un quiste sebáceo de gran tamaño que tenía en la nuca. "Fue algo superficial, ambulatorio. Ahora sólo se tiene que cuidar del sol", aclara María Vázquez . Pero nada –ni siquiera la recomendación médica– pudo impedir las ya tradicionales vacaciones familiares en José Ignacio. Aunque acortaron su estadía en Club de Mar a cinco días. Después regresarán a su campo en Córdoba (donde pasaron Nochebuena con la mamá de María) y de ahí volarán, el 20 de enero, rumbo a Estados Unidos para disputar una nueva temporada de polo.
Quien habla ahora es María, que todavía conserva sus inquietantes curvas de modelo: "Vinimos a Punta porque Adolfito y ‘Poroto’ son fanáticos del mar. A mí me da lo mismo cualquier destino. En realidad, lo único que quiero es hacer base en algún lado, porque vivo boyando… Pero ya está, es mi vida. A veces siento que necesito echar raíces".
–Finalmente, después de tantos triunfos, Adolfo tiene su merecido descanso.
–Para Adolfito, ganar esta Triple Corona fue como sacarse una mochila pesadísima de encima. Tenía mucha presión, todos esperan demasiado de él.
–Vos siempre estás a su lado, apoyándolo desde un segundo plano. Salvo en la playa, claro, donde se destaca tu figura.
–[Se ríe]. Mi prioridad siempre es la familia. Pero no me descuido, trato de estar activa. En los últimos tiempos hice de todo: diseñé una colección cápsula para La Dolfina, participé en el "Bailando por un sueño", tomé clases de baile y canto, hago acrobacias en tela y, cuando estoy en Buenos Aires, voy tres veces por semana a circo. No paro nunca. Me gustaría hacer mucho más, pero cuando formé mi familia cambiaron mis prioridades. Quizá si el día de mañana surge un proyecto que vale la pena, ellos harán un paréntesis y me acompañarán. Pero eso todavía no llegó.
–¿Querés volver a la televisión?
–Sí, me encanta. Es lo que más me gusta. Pero no hay muchos proyectos interesantes, la tele está muy rara. ¡Me ofrecieron hacer realities sobre mi vida! Pero no me gustó nada la idea, no es un proyecto que tenga que ver conmigo..

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